
El proceso de rectificado utiliza una herramienta abrasiva compuesta por granos de cuarzo, carburo de silicio, carborundum o corindón, junto con un aglutinante. Este proceso se aplica generalmente en la etapa final de fabricación, después del torneado o fresado, con el objetivo de mejorar la tolerancia dimensional y el acabado superficial del producto. El rectificado cilíndrico se lleva a cabo en la superficie externa o interna de una pieza, utilizando centros o mordazas, respectivamente.